¿Cómo aprenden inglés los españoles? #aporelingles

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A por el inglés: fortalezas y debilidades

El inglés es la asignatura pendiente de muchos españoles. Aprenderlo no es misión imposible aunque, como a todo, hay que dedicarle tiempo. Además, los españoles también tienen puntos fuertes a la hora de manejarse en el idioma porque no todo son errores.

Eva Sereno Redacción Aprendemas - 16/01/2014
 
A por el inglés: fortalezas y debilidades

Los españoles, en general, no destacan por su conocimiento de nivel de idiomas, a pesar de que en los últimos años se ha experimentado un importante avance en el aprendizaje de lenguas extranjeras por la introducción de los programas de bilingüismo en las aulas y ante la necesidad creciente de dominar algún idioma para incorporarse al mercado de trabajo ya sea en España o en el exterior. [Ver cursos de Inglés]

El inglés sigue siendo hoy en día la lengua que más se demanda en la mayoría de las ofertas de empleo y la que más se estudia por sus posibilidades en el mundo académico y en el profesional. Sin embargo, también es el principal idioma que forma parte de esa asignatura pendiente de muchos españoles.

Su aprendizaje no tiene por qué ser complicado. La ventaja en la actualidad es que hay diferentes métodos de enseñanza que permiten que cada persona pueda encontrar el que mejor se adapte a su nivel, tiempo que le puede dedicar… Porque eso sí: para aprenderlo tal y como sucede con cualquier otro idioma, asignatura, hobby, habilidad o materia hay que dedicarle un determinado tiempo.
 
Según explica Helena Jiménez, Marketing Support Manager de Cambridge English Language Assessment, “aprender cualquier idioma requiere siempre un esfuerzo personal. Aprender inglés, no obstante, no entraña una dificultad mayor que dominar otra lengua de características similares”.
  
Aunque hay que tener en cuenta que el aprendizaje “depende de cada alumno y de varios factores externos. Cada uno aprende a su ritmo y tiene más o menos habilidades lingüísticas o aptitudes para las varias destrezas involucradas en el aprendizaje de un idioma como son la lectura, la escritura, comprensión auditiva, expresión oral y pronunciación. Depende de la motivación o necesidades del alumno. ¿Está aprendiendo inglés por fuerza porque es una obligación laboral o porque realmente tiene interés en aprenderlo? Los que realmente quieren aprender van a tener más facilidades además de ser más propensos a leer y escuchar en inglés fuera de clase”, matiza Samuel Bradford, director adjunto del centro de British Council en Somosaguas.

Para Bradford, “ningún idioma extranjero es realmente más difícil de aprender que otros” si bien reconoce que “la gramática inglesa puede causar más problemas para el alumno español que la de francés o italiano, que son más parecidos ya que proceden del latín. Pero eso no quiere decir que la gramática inglesa sea más compleja, simplemente es menos familiar. Aprender un idioma es un proceso largo que puede durar muchos años, así que hay que tener expectativas realistas”. Una opinión que también comparte en buena medida Beatriz Campillo, jefa de Estudios del Departamento de Inglés de Enseñalia, quien afirma que “el inglés no es tan complicado. La gramática es de las más sencillas. Es más difícil el escrito y la pronunciación”.

Entonces, ¿por qué les cuesta tanto a los españoles aprender inglés? “En España, tradicionalmente, el aprendizaje de idiomas -ahora el inglés pero, en su momento, también el francés-, se ha centrado exclusivamente en la gramática. En las aulas no se fomentaba la expresión oral (Speaking) ni tampoco la comprensión auditiva (Listening). Poco a poco se han ido integrando estas destrezas en el aprendizaje y de forma natural también en el aula, por lo que el estudio del inglés está pasando de entenderse como una asignatura más a tener un enfoque más práctico que abarca muchas materias dentro y fuera del aula”, aclara Helena Jiménez. Una afirmación que secunda Manuel Miró, profesor y jefe del Departamento de Lenguas Extranjeras del Colegio Británico de Aragón, quien considera que “en España se ha aprendido mal el inglés y ahora se enseña de otra forma haciendo más hincapié en las destrezas orales”.

Esta idea también es expresada por Samuel Bradford. De hecho, señala que “a veces les cuesta aprenderlo a los españoles por sus experiencias negativas con la enseñanza tradicional a base de estudiar gramática en el cole que han derivado en un rechazo hacia el idioma. También es verdad que hay que aceptar que cometer errores y experimentar con el idioma es una parte importante de aprender, así que hay que superar el miedo a ‘meter la pata’ y soltarse. Hemos visto que los que tienen contacto con el idioma y empiezan a hablarlo desde pequeños tienen más facilidades para llegar a un nivel alto”.

Pero asimismo hay otros factores que dificultan o que son una barrera a la hora de aprenderlo. “El miedo y el sentido al ridículo de los españoles para hablar en inglés es muy alto, aunque los alumnos lo hagan bien”, afirma Beatriz Campillo. Un factor que indica igualmente Manuel Miró, del Colegio Británico de Aragón, al asegurar que “sí hay vergüenza al hablarlo”, si bien la situación está cambiando. “Aquí en el colegio, nuestros alumnos no tienen miedo porque desde pequeños se han estado expresando en inglés y no tienen temor a comunicarse”.

Son barreras que, sin embargo, pueden solucionarse sin problemas “a través de la constancia y de la práctica, que son las claves para enfrentarse con éxito al aprendizaje de cualquier idioma”, afirma Helena Jiménez, quien añade que “en nuestro caso, cada vez más estudiantes se presentan a los exámenes de Cambridge English. Estos, al evaluar las cuatro destrezas, hacen que necesitemos practicarlas e incluirlas en nuestra preparación. La metodología está cambiando y la evolución se nota: en los últimos años cada vez candidatos más jóvenes se presentan a exámenes de nivel más elevado. El inglésfinalmente… ¡no se nos da tan mal!”, aclara Helena Jiménez.
 

Principales errores y fortalezas
 
A la hora de aprender inglés, a los españoles hay partes del idioma o destrezas que les resulta más difícil aprender y que también son en las que más suelen fallar. Los mayores problemas se encuentran a la hora de hablar. Según señala Helena Jiménez, Marketing Support Manager de Cambridge English Language Assessment, “en España lo que más nos cuesta es el Speaking”. Pero hay razones que lo justifican. “Se trata de la destreza que menos se ha evaluado en los exámenes tradicionales y que menos se ha podido practicar en el aula. Es la parte del examen a la que el candidato le suele tener más respeto y en la que se ponen más nerviosos. Sin embargo, la práctica de esta destreza es cada vez más frecuente en los colegios gracias a que cada vez hay más auxiliares de conversación en el aula y se da más importancia a la expresión oral”, asegura Helena Jiménez.
 
El Speaking ha sido una de las partes que más ha costado incluso a los que hoy en día son profesores de inglés. Beatriz Campillo explica que “me daba vergüenza hablar cuando estaba en la carrera y pensaba que todos hablaban mejor que yo hasta que me di cuenta de que no era así cuando me fui de viaje a Inglaterra. El problema en España es que en las clases de inglés no se ha incidido en la práctica y por eso hay falta de confianza, pero que con la práctica diaria, lecturas, ver televisión… el alumno va cogiendo fluidez, pero hay que trabajar”. Además, en España, hay un handicap adicional en comparación con otros países y es queen otros estados “ya tienes la tele en ese idioma”.

Y entre los principales errores de los estudiantes figura la pronunciación que, según Samuel Bradford,  director adjunto del centro de British Council en Somosaguas, es lo que más cuesta a los alumnos adultos que aprenden inglés. “En general –añade- tienen problemas con las vocales porque hay más sonidos en inglés y frecuentemente no se pronuncian como se escriben. Puede resultar difícil distinguir entre largos y cortos sonidos como puede ser la ‘ee’ en ‘sheep’ o la ‘i’ en ship. Otros sonidos consonantes también pueden presentar dificultades para los españoles como la ‘b’, la ‘v’ -se pronuncia más o menos igual en español- o la ‘sh’. Además, el inglés oral tiene un cierto ritmo y entonación, que puede ser difícil de emular para los españoles”.

Problemas a su vez se detectan en otras destrezas del idioma. Por ejemplo, “la expresión escrita siempre requiere una atención especial y no es especialmente la parte más sencilla -¡incluso en el idioma materno!-. A los errores que se pueden cometer en cuanto a estructura y formato del lenguaje se unen los errores a la hora de escribir una palabra (spelling mistakes) que, además, restan puntos”, apunta Helena Jiménez.

Igualmente se aprecian otras dificultades en los estudiantes a la hora de escribir porque “los españoles tienden a redactar frases demasiadas largas y puede ser difícil acertar en el tono o en el nivel de formalidad, ya que cada idioma tiene sus convenciones para tipos de escritura diferentes”, añade Bradford.

En general, “los alumnos conocen muy bien los ejercicios y saben rellenar los huecos pero, al usar el idioma, tienen fallos en tiempos verbales”, señala Beatriz Campillo, jefa de Estudios del Departamento de Inglés de Enseñalia, quien añade que “al haber aprendido el vocabulario con la traducción hace que los alumnos se acostumbren a una traducción literal”. Además, también es habitual que se cometan fallos en la estructura de la frase “y hay una tendencia a que se digan las cosas de forma más difícil”.

Otro inconveniente es que, aunque “la gramática inglesa es fácil, no es tan normativa como la española. El problema es que por cada regla hay siete u ocho excepciones por lo que no sirve estudiar al pie de la letra”, señala Manuel Miró, profesor y jefe del Departamento de Lenguas Extranjeras del Colegio Británico de Aragón, quien asevera que hay que tener en cuenta que el “vocabulario en inglés es extenso porque es muy rico, aunque se consigue conocerlo con constancia”.

Pese a estas dificultades que pueden superarse, ¿qué es lo que más se resiste a la hora de aprender? Los famosos phrasal verbs. Y no porque sean difíciles, sino porque “se tiende a dar una lista de 200 verbos con preposición para memorizar. Es más sencillo si se aprende a relacionarlos con un tema por ejemplo, porque además hay muchos que ya no se usan”, asegura la profesora de Enseñalia.

Y, en el caso del Listening, las principales dificultades para aprender el idioma vienen de la mano de las denominadas “Peak forms” o formas reducidas de ciertas palabras, así como de otras características del lenguaje fluido que cambian la manera de pronunciar las palabras. Y esto puede ser un inconveniente porque “en español siempre se pronuncian las palabras igual. Cuando se escucha un texto en inglés, las formas reducidas, omisión y asimilación pueden crear confusión para los oyentes si no están familiarizados con estas características”, explica el director adjunto del centro de British Council en Somosaguas.
 
En gran parte, las dificultades a la hora de enfrentarse a la comprensión oral o al Listening están vinculadas a la mayor o menor exposición de la persona al idioma. De esta manera, según explica la Marketing Support Manager de Cambridge English Language Assessment, “a medida que se incorporan de forma natural el visionado de películas, series o documentales en versión original en inglés, la parte de comprensión oral resulta menos complicada, ya que el oído se familiariza con el sonido real del idioma”.
  
Pero, al aprender el idioma, no todo son dificultades para los españoles. De hecho, en general se aprecia que tienen una serie de puntos fuertes o de fortalezas. Y una de ellas es la gramática porque “la  enseñanza del inglés se ha basado durante mucho tiempo en la gramática y esta es la destreza con la que los estudiantes se sienten más cómodos”, señala Helena Jiménez. Una opinión que también comparte Samuel Bradford, sobre todo, en el caso de los alumnos adultos porque “tienden a tener más facilidades con ejercicios de gramática básica o que requiere aprender de memoria porque suelen ser más acostumbrados a este estilo de enseñanza”.

Además, una ventaja importante es que “el inglés es muy agradecido porque desde el principio una persona es capaz de decir cuatro o cinco cosas porque este idioma está en todas partes y se está familiarizado, aunque después viene lo difícil”, aclara Manuel Miró.

A por el inglés: fortalezas y debilidades
Cuidado con los exámenes

A la hora de hacer un examen de inglés, muchos estudiantes fallan y no los superan. Sin embargo, muchas veces el error más común que se comete al examinarse no está relacionado con el nivel de inglés que tenga la persona por sorprendente que parezca. De hecho, según afirma Samuel Bradford, director adjunto del centro de British Council en Somosaguas, “el primer error es ponerse muy nervioso” por lo que es conveniente mantener los nervios bajo control porque pueden jugar en contra.

Y, tras este factor, se observa, por ejemplo, que al hacer los exámenes oficiales de Cambridge “suelen tener más dificultades en el Use of English, que es una prueba de vocabulario y, en menor medida, en la gramática. En el Speaking apuntan menos en pronunciación mientras que en el Writing fallan más en las cartas formales”, resume Bradford.
 
Desde Cambridge English Language Assessmentseñalan que a la hora de hacer sus exámenes, además de las dificultades que los españoles tienen para aprender el idioma, se añaden otra serie de elementos. Por ejemplo, “se tiende a acompañar la lectura con un diccionario y, al no poder emplearlo en el examen, hace que resulte más complicado. Hay que intentar siempre comenzar leyendo lecturas adaptadas para acostumbrarnos a no utilizar el diccionario y comprender el texto en líneas generales sin ayuda”, aclara Helena Jiménez, Helena Jiménez, Marketing Support Manager de Cambridge English Language Assessment, quien añade que “los exámenes de Cambridge English siguen una estructura específica. Conocerla en detalle, cronometrando los tiempos con los que se va a contar en el examen real es de gran ayuda para los candidatos. Practicar la técnica del examen nos ayuda a enfrentarnos al mismo con más seguridad”.
 
Además de los exámenes para obtener certificaciones oficiales de Cambridge, los estudiantes suelen hacer pruebas en los colegios, institutos, academias de idiomas… En general también se aprecia que lo que más les cuesta es hacer una redacción en inglés, sobre todo, entre los más jóvenes porque “los adolescentes no están acostumbrados a escribir en inglés y las redacciones que han hecho son más sencillas y les cuesta argumentar”, aclara Begoña Campillo.

Un problema que está vinculado con el hecho de que los estudiantes no “están acostumbrados a escribir en su propio idioma y no se han enfrentado a esa tarea. También hay dificultad porque tienden a traducir de la propia lengua y no se dan cuenta de que las estructuras no funcionan así”, asevera Manuel Miró, profesor y jefe del Departamento de Lenguas Extranjeras del Colegio Británico de Aragón, quien añade que se precisa igualmente de un punto de madurez a la hora de hacer un examen porque según el Marco Europeo de Referencia para las Lenguas “al alumno se le pide, por ejemplo, para tener un nivel B2, escribir un informe y tienes que saber qué estructura seguir. Se pueden saber el vocabulario, pero no saben cómo solucionar esa estructura”.

Experiencias: cómo aprenden inglés los alumnos

Los métodos de aprendizaje han cambiado con el paso de los años y eso se nota en la preparación que siguen algunos estudiantes en España y en su nivel de conocimiento del idioma. Por ejemplo, Sara Fraj, de 17 años y estudiante del Colegio Británico de Aragón, señala que el inglés siempre lo ha tenido como asignatura desde pequeña y que con el paso del tiempo “he ido mejorando de nivel”.

El inglés no le da miedo –de hecho, “me gusta estudiarlo y ayuda mucho para el futuro”-, ni siquiera para hablarlo a lo que contribuye que lo haya empezado a estudiar desde pequeña y que tenga un carácter extravertido porque “soy una persona abierta”.

Además de aprenderlo en clase, Sara Fraj dedica más tiempo fuera del aula a estudiar este idioma. Por ejemplo, ha ido a academias de verano, ha viajado a Inglaterra y ha estudiado un año allí. También aprende esta lengua “porque en casa hay muchos libros en inglés. Como me gusta, cuando veo una palabra en el libro o en los ejercicios que no conozco la miro para aprender el vocabulario”. Entre sus temas favoritos para la lectura: los libros de aventuras “pero que tengan un tema”. Y, siempre que puede, ve la tele en inglés. Una preparación ante la que señala que no ve complicaciones en destrezas que para muchos son complicadas como el Listening o el Speaking.

Inglés también estudia Alejandro Casajus, de 23 años de edad y estudiante de Arquitectura en Madrid. Su aprendizaje es diferente al de Sara Fraj. “Con lo aprendido en clase y en el bachillerato no me daba para nada” por lo que se ha dedicado a aprender, en gran parte, por su cuenta. Por ejemplo, Casajus se preparó el First Certificate (FCE) con un profesor particular “para la conversación sobre todo” porque considera que lo más difícil es “a la hora de hablar de un tema específico porque se necesita un vocabulario de economía, arquitectura… porque sino se dicen pocas cosas” ya que, en su caso, no hay miedo hablar. “De hecho, me encanta. Me he ido de Erasmus a Bolonia (Italia) y esto ayuda a soltarte en otras lenguas y también en inglés. Como se me ha dado bien, no tengo miedo”.

Además, considera que el inglés no es tan difícil. Por ejemplo, cree que es sencillo aprender “los tiempos verbales sobre todo en comparación con el italiano o el francés porque el inglés es más simple”.

Ahora, Alejandro Casajus se está preparando el examen de Advanced (CAE) de Cambridge English. Cree que lo más difícil es la prueba de Writing porque “no tienes un apoyo. Es más fácil el Listening porque de lo que escuchas se pregunta y no es como el Reading que hay preguntas más ambiguas”.

Un examen para el que se lleva preparando aproximadamente tres meses y que está estudiando por su cuenta con la ayuda “de unos libros específicos que me he comprado”. Además, es habitual que también lea en inglés y vea series y películas en versión original para mantener el nivel.

Consejos para un mejor aprendizaje

Las personas que estén o vayan a aprender inglés pueden poner en práctica una serie de consejos para que todo el proceso les resulte más fácil y también más entretenido y que no todo sea manual o libro de texto y ejercicios escritos. Pero lo primero y principal es “tener una actitud positiva hacia el aprendizaje y mostrar interés en el idioma”, afirma Samuel Bradford, director adjunto del centro de British Council en Somosaguas, quien añade que, siempre que sea posible, es mejor “tener contacto con el idioma desde pequeño”. Y, por supuesto, no tener miedo a cometer errores.

Fundamental es también “trabajar y ser constante porque sin esfuerzo no hay recompensa”, añade Beatriz Campillo, jefa de Estudios del Departamento de Inglés de Enseñalia. Campillo señala que hay pequeños gestos y acciones del día a día que son de ayuda para mejorar el nivel de inglés. Por ejemplo, recomienda a los alumnos tener el móvil configurado en inglés, escuchar la radio en este idioma, oír música y sacar las letras de las canciones”. Son algunas pautas a las que pueden sumarse otras en el día a día como hacer la lista de la compra en inglés, tener la agenda escrita en este idioma… “Es integrar el inglés en tu vida con pequeñas cosas”, dedicándole un tiempo cada día o una vez a la semana, según la disponibilidad y las necesidades de cada uno.

Aparte de estas premisas, igualmente pueden seguirse otros consejos. Por ejemplo, ver series y películas en inglés. “La producción de series norteamericanas e inglesas vive uno de sus mejores momentos. Las grandes cadenas triunfan con series como ‘Lost’, ‘Breaking Bad’ o ‘The Wire’, que baten récords de audiencia. Suelen ser capítulos de aproximadamente una hora de duración, lo que las convierte en ideales para nuestro propósito. En algunas series la terminología (slang) o el acento pueden resultar duros para el estudiante, pero no hay que desanimarse. Para la toma de contacto podemos comenzar con los subtítulos en español y posteriormente en inglés para terminar viendo algunos capítulos sin subtítulos. La TDT, por otro lado, nos permite ver las series y películas en versión original y añadir los subtítulos en español”, aconseja Helena Jiménez, Marketing Support Manager de Cambridge ESOL.
 
La representante de Cambridge English Language Assessmentigualmente recomienda leer “lo que nos gusta”. La lectura en inglés “es la mejor manera de ampliar nuestro vocabulario. Si empezamos con Shakespeare y tenemos que utilizar un diccionario casi para cada palabra, esta actividad se nos va a hacer tediosa y aburrida. Lo ideal es comenzar con lecturas adaptadas al nivel de cada estudiante pero, a medida que vamos adquiriendo más nivel, es conveniente leer artículos o libros tal y como fueron escritos. Y no hace falta leer sesudos tratados de filosofía. ¿Te gusta el cotilleo? ¡Estupendo! ¿Por qué no leer ‘Hello’, la versión inglesa de ‘Hola’? Si te gusta la música, ¿qué tal leer la versión inglesa de “Rolling Stone”? ¿Aventurero? Aprovecha para sumergirte en la edición inglesa del National Geographic. Y, si prefieres la información tradicional, la página web de la BBC está llena de artículos interesantísimos y que te serán de gran ayuda. Gracias a Internet estos recursos están a un clic y leer y mejorar el vocabulario no tiene que ser una pesadez”. [Ver cursos online de inglés]
 
Y aún hay más pasos que pueden darse. De hecho, cada vez en España hay más lugares de encuentro en los que se intercambia conversación. Según explica Helena Jiménez, “en las grandes ciudades es donde más se han extendido este tipo de cafeterías o bares donde los estudiantes de diferentes idiomas conversan por turnos en las dos lenguas. Si se vive en un pueblo o ciudad pequeña y no existe esta posibilidad o no se dispone de mucho tiempo, Internet también se ha convertido en esa cafetería virtual donde miles de estudiantes de todo el mundo intercambian conversaciones”. Algunos sitios que se pueden visitar son, por ejemplo, Verbling, Penpalworld, Italki o Reallifeenglish, entre otros. Para practicar la pronunciación igualmente se puede leer en voz alta o cantar con las letras de las canciones, apunta Beatriz Campillo, para quienes no tengan posibilidades de conversar.

Conocer la cultura inglesa o americana es un consejo que aporta Manuel Miró, profesor y jefe del Departamento de Lenguas Extranjeras del Colegio Británico de Aragón, quien señala que “conocerla es un atractivo de la mano de canciones, hobbies como leer revistas de ciclismo… Ayuda mucho a aprender inglés al igual que estudiar”.

Otra opción, sobre todo, para practicar el idioma, es viajar “a otro país dónde no se hable español. Es la mejor forma de poner en práctica todo lo que has aprendido en el mundo real. Además hay que dejar de lado la vergüenza. ¡Adelante! Reservar una habitación, pedir en un restaurante, interactuar con la gente… es un reto, pero también es divertido y ponemos en práctica nuestros conocimientos y nos acerca a su cultura”, expone Helena Jiménez. [Ver cursos de Inglés en el Extranjero]

Son consejos que pueden adoptarse “aunque al principio puede costar”, reconoce Campillo, aunque se consigue mejorar el resultado. “Es un proceso largo, pero es una buena manera de abordar el inglés por diferentes vías”.

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